En el mundo de la danza han existido hombres y mujeres que han destacado, ya sea por sus movimientos o por sus técnicas, yhan revolucionado el ámbito. Aqui te presentamos algunos de esos grandes personajes que han hecho del Ballet un arte cada vez más interesante.
1. ANA PÁVLOVA
Nació en San Petersburgo en el seno de una familia campesina de bajos recursos. Cuando tenía ocho años fue rechazada de la Escuela del Ballet Imperial por no tener suficiente edad. Pero dos años más tarde fue admitida y estuvo allí hasta los dieciséis. Pavel Gerdt, Christian Johansson y Eugenia Sokolova fueron quienes la formaron en el ballet clásico. Luego bailó en el Teatro Mariinski.
En 1909 recorrió Europa con los ballets de Sergei Diaghilev y dos años más tarde formó su propia compañía. Unió sus actitudes coreográficas y grandes dotes de actriz. No aportó innovaciones creadoras. Sobresalió esencialmente en la interpretación de los ballets románticos. En 1919, Pavlova fue una de las primeras bailarinas clásicas en ejecutar el Jarabe Tapatío, vestida con la indumentaria de china poblana.
Pavlova cambió para siempre el ideal de las bailarinas. En los años 1890, se esperaba de las bailarinas del Teatro Mariinski que fueran técnicamente fuertes, y esto significaba, normalmente, tener un cuerpo poderoso, musculoso y compacto. Pavlova era delgada, de apariencia delicada y etérea, perfecta para los papeles románticos como Giselle. Sus pies eran extremadamente arqueados, tanto es así que reforzó sus zapatos pointe agregando un pedazo de cuero duro en las suelas para soportar y aplanar el cuerpo del zapato. En ese tiempo, muchos notaron este «engaño», así que Pavlova retocó todas sus fotos para ocultar la plataforma del boxy. Pero éste se convertiría en el zapato pointe moderno, mientras que el pointe funcionó menos dolorosamente y más fácilmente para el pie arqueado.
Su número más famoso fue la muerte del cisne, coreografiado para ella por Michel Fokine, y música de «Le Cygne» del Carnaval de los animales (1887) del compositor francés, Camille Saint-Saëns. Otras interpretaciones en las que destacó fueron El lago de los cisnes, Giselle, Las Sílfides y Coppélia.
2. MARGOT FONTEYN
Nace como Margaret «Peggy» Hookham el 18 de mayo de 1919 en Reigate, Surrey, Inglaterra y fallece el 21 de febrero de 1991) en Panamá; fue una famosa bailarina británica que alcanzó el título de prima ballerina assoluta, considerada la mejor del ballet clásico de su tiempo, siendo también condecorada con el galardón de Dame.
Era tan grande la pasión que despertaban en el público las actuaciones de la pareja de Fonteyn junto a Nureyev que llegaban a provocar hechos insólitos en sus actuaciones. Tal es así que durante una función en Viena, fueron llamados ochenta y nueve veces a escena para saludar al público presente en la sala que vibraba de emoción y entusiasmo.
3. RUDOLF NURÉYEV
Rudolf Xämät ulı Nuriev, también conocido como Rudolf Jamétovich Nuréyev (17 de marzo de 1938 – 6 de enero de 1993). Bailarín clásico nacido en Rusia, nombrado por muchos críticos como el mejor bailarín del siglo XX, y posiblemente el mejor que jamás ha existido.
Nació en un tren cerca de Irkutsk, mientras su madre realizaba un viaje desde Siberia a Vladivostok, donde su padre, un comisario del Ejército Rojo de origen tártaro, estaba destinado. Creció en un pueblo cerca de Ufá, en la República de Bashkortostán. De niño fue alentado a bailar en danzas folclóricas bashkirias, siendo un bailarín precozmente destacado.
4. NATALIA MAKAROVA
Natalia Makarova (Nataliya Romanovna Makarova) (nacida el 21 de noviembre de 1940) es una Primaballerina rusa nacionalizada estadounidense. Nació en Leningrado e ingresó en la escuela de baile a los 10 años. Entre 1956 y 1970 pasó las filas del Kirov Ballet obteniendo el cargo de primera bailarina en 1960.
5. VICENTE ABAD
Originario de Venezuela, inicia sus estudios en 1954, a los 14 años, en la Escuela Nacional de Ballet dirigida por la Nena Coronil. Luego continúa en la Academia Interamericana de Ballet con Irma Contreras y Margot Contreras, de donde pasó a la Escuela Ballet-Arte de la maestra Lidija Franklin. A los 19 años fue becado para proseguir sus estudios en la Escuela del Royal Ballet de Londres, donde permaneció cuatro años.
En 1964, ingresó en el Ballet de Holanda donde fue primer bailarín, realizando giras por Europa, Suramérica, Medio Oriente y África.